La energía geotérmica desde siempre ha tenido su manifestación natural por medio de procesos geológicos como volcanes, géiseres y aguas termales, y aunque su aprovechamiento por el ser humano ya comenzó a principios del siglo pasado, ha sido en las últimas décadas, con el progreso tecnológico, la escasez de los combustibles fósiles y la mayor preocupación por el medio ambiente cuando esta fuente de energía se ha comenzado a considerar como un vector importante en el aprovisionamiento energético.

Sus ventajas son varias ya que supone una alternativa limpia a los combustibles fósiles, ofrece un flujo constante de energía, es de gran versatilidad y no emite gases contaminantes.

No obstante, a pesar de su gran potencial de utilización, ya que permite su aprovechamiento tanto a escala domestica para climatización como a escala industrial en la generación de energía eléctrica, en España todavía presenta una escasa penetración, quizá motivado por su desconocimiento.

Sus ventajosas características unidas a la necesidad mundial de localizar nuevas fuentes alternativas de energía que, además, respeten el medio ambiente obligan a contribuir a su máxima difusión y por este motivo se deben promover foros como el que se impulsa desde la Comunidad de Madrid donde se potencie su utilización y se transmitan, a través de experiencias llevadas a cabo, todas sus posibilidades.