La casa del ahorro energético

Ahorro de energía:  medidas para mejorar la eficiencia energética

Actuar sobre la envolvente térmica reduce el consumo de energía de un edificio, sea cual sea su origen, en cualquier época del año y para siempre. Mejorar el aislamiento de las fachadas y cubiertas de un edificio de más de 20 años, o insuficientemente aislado, puede reducir hasta un 50 % su consumo energético.


Los sistemas de autoconsumo son una de las mejores fórmulas para la integración de las energías renovables en edificios, un modelo energético respetuoso con el medioambiente que garantiza mayor independencia energética a los consumidores. En el caso del autoconsumo fotovoltaico, es una opción técnicamente viable y económicamente rentable para los usuarios que permite obtener elevados porcentajes de ahorro.


Ahorrar agua también es ahorrar energía. Evita las fugas y goteos de agua, prioriza la ducha al baño y no dejes los grifos abiertos al lavarte las manos o cepillarte los dientes.

 


Una de las mejores formas de reducir el consumo en iluminación es aprovechar al máximo la luz natural: apaga las luces al salir de la vivienda o cuando vayas a ausentarte de la habitación un tiempo prolongado. Además, sustituir las bombillas tradicionales por LED de bajo consumo e incorporar sistemas de regulación y control de la instalación puede reducir en un 70 % el consumo en iluminación.


La instalación de ventanas de alta eficiencia es una de las mejores formas de reducir las pérdidas energéticas en edificios y viviendas: casi el 70 % las fugas de climatización se producen a través de ventanas ineficientes. Renovar las ventanas contribuye además a evitar las condensaciones de agua, la formación de moho y mejorar el confort térmico y acústico.


La automatización de procesos y la monitorización de los equipos permiten realizar una gestión inteligente del consumo y tener un mayor control de las instalaciones, incluso de manera remota, aumentando la seguridad y eliminando la necesidad de la intervención humana. Estos sistemas facilitan el apagado programado de los dispositivos eléctricos cuando no están en uso, evitando el gasto continuado y el consumo fantasma del modo stand-by.


Ampliar la red pública y privada de puntos de recarga para vehículos eléctricos es esencial para la electrificación del sector transporte. La movilidad eléctrica es una de las palancas de cambio y transformación más importantes en el proceso de transición ecológica. Apostar por el vehículo eléctrico es clave para alcanzar los objetivos de descarbonización, reducir el consumo de carburantes, limitar las emisiones de CO2 y mejorar la calidad del aire en los núcleos urbanos.


Implementar sistemas térmicos de alta eficiencia es fundamental para reducir el consumo de energía en el sector de la edificación. Soluciones como la aerotermia ofrecen un alto rendimiento, son versátiles y accesibles, y permiten obtener calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria en un único sistema, consiguiendo ahorros energéticos de hasta el 60 % y una reducción del 50 % en emisiones de CO2.


Los electrodomésticos son uno de los elementos de mayor consumo en viviendas. Evita abrir la puerta del frigorífico más de lo necesario, emplea la lavadora y el lavavajillas en su máxima capacidad de carga y utiliza los programas ECO y de baja temperatura para reducir su consumo de energía. Además, sustituir tus antiguos equipos por otros de máxima eficiencia energética (Clase A, B o C) puede reducir hasta un 30 % la factura eléctrica del hogar.